
DÍA 3
“Dios mío, día tras día, te bendeciré, y alabaré tu nombre por siempre jamás. El Señor es clemente y misericordioso, el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas”. (Sal 144; LH)
“En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”
ORACIÓN INICIAL
“Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestra (mi) oración y acción; para que todo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén”.
TEMA DEL DÍA
“Dar gracias a Dios”
Algunos rechazan ofertas de ayuda con la frase: ‘¡No quiero depender de nadie!’. Sin embargo, el hombre no puede vivir sin los demás. Pues la experiencia humana ya muestra que ‘quien piensa, sabe agradecer’.
Y ¿qué he de agradecer yo? Agradecer por la vida que me llena. Agradecer por todas las oportunidades para poder crecer y madurar. Agradecer por cada día con todo lo que trae consigo. De suyo, el día no es diferente, si soy o no soy agradecido, pero una disposición básica de acción de gracias puede dar energía y optimismo a mi vida. Dar gracias por la familia y los amigos, por el trabajo y el descanso, por todas las alegrías y las penas.
Cuando acepto todo esto con gratitud alegre, mi vida se vuelve otra. Dar gracias a mi Dios porque existe, porque está a mi disposición cada día, hoy y siempre.
(silencio – reflexión)
Vicente Pallotti, después de cada meditación, recomienda orar: “Eterno Padre, con los sacratísimos corazones de Jesús y de María, te ofrezco la sangre preciosísima del cordero inmaculado, nuestro divino redentor, en agradecimiento como si ya me hubieras concedido todas las gracias imploradas a mí y a todos, ahora y siempre”.
Pallotti presenta el motivo de la acción de gracias en muchas meditaciones. Agradece por la bondad infinita de Dios, por su amor infinito, por su misericordia infinita; así se lo recuerda su fe.
“Dios siempre está ocupado en comunicar a los hombres sus dones, sus gracias, sus misericordias, según las necesidades de los hombres”. San Vicente Pallotti expresa a la vez su monstruosa ingratitud hacia tu amor infinito y hacia tu infinita misericordia. “De la que yo no he sacado provecho nunca como debía. En vez de amarte, te he ultrajado. ¡Ah, mi Dios! Ayúdame por tu misma infinita misericordia.
En muchas cartas del apóstol san Pablo encontramos palabras de gratitud: “Por eso, también yo, al tener noticia de vuestra fe en el Señor Jesús y de vuestra caridad para con todos los santos, no ceso de dar gracias a Dios por vosotros recordándoos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os conceda espíritu de sabiduría y de revelación para conocerte perfectamente”. (Ef 1, 15-17).
(ORACIÓN PERSONAL)
PRECES:
Padre del cielo, tu Espíritu nos enseña a orar: Haz que cantemos tu alabanza de todo corazón.
(Roguemos al Señor)
Haz que, en nuestras preocupaciones y problemas cotidianos, confiemos que tú estás cerca de nosotros y nos guías.
(Roguemos al Señor)
ORACIÓN A SAN VICENTE PALLOTTI
L.- San Vicente Pallotti, tu vida ha estado marcada por Dios, el Amor infinito. Te has puesto enteramente a su servicio.
T.- Has estado a disposición de quienes buscaban consejo y consuelo:
de los sanos y de los enfermos,
de los jóvenes y de los adultos,
de los pobres y de los ricos…;
en fin, de todos los hombres de cada grado, estado y condición. Todos te eran importantes. A todos querías entusiasmarlos por el Reino de Dios; a cada uno le querías recordar su tarea de apóstol; de todos reclamabas su disposición al apostolado.
L.- A ti, san Vicente Pallotti, te llamamos (llamo). Pedimos (pido) tu intercesión. ¡Enséñanos (me) a orar. Ayúdanos (me) a rezar y a pedir lo que realmente necesitamos (necesito), lo que de verdad nos (me) hace falta, lo que sirve para la gloria de Dios, y para nuestro (mi) bien y salvación.
T.- Tú has recibido de Dios tantas gracias y dones. Siempre se los agradecías antes de recibirlos: como si tu oración ya hubiera sido atendida.
L.- San Vicente Pallotti, Presenta nuestras (mis) súplicas ante Dios. Sé nuestro (mi) auxilio en la oración, que a Dios Padre dirigimos (dirijo) por Jesucristo, nuestro Señor.
T.- No nos (me) dejes sin tu ayuda. Danos (me) tu bendición. Sé nuestro (mi) guía hacia Jesús. Condúcenos (me) al Padre. Amén.
(Se puede añadir o disponer de otro modo).
CONCLUSIÓN
L.- Nos (me) bendiga y nos (me) guarde a nosotros (mi). Y a todos nuestros (mis) seres queridos. (en especial a…), el Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
T.- Amén.
L.- Santa María, Reina de los Apóstoles.
T.- Ruega por nosotros.
L.- San Vicente Pallotti,
T.- Ruega por nosotros.