
DÍA 5
“Inclina tu oído, Señor, escúchame. Te estoy llamando todo el día. Alegra el alma de tu siervo. Enséñame tu camino, para que siga tu verdad”. (Sal 85; LH)
“En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”
ORACIÓN INICIAL
“Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestra (mi) oración y acción; para que todo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén”.
TEMA DEL DÍA
“María, Reina de los Apóstoles”
Pallotti saluda y venera a María con el sublime título de “Reina de los Apóstoles”. Él es consciente de su protección y le pide un apostolado fructífero. La elige también patrona de su “Apostolado Católico”, para que cada uno tenga en ella un ejemplo perfecto del verdadero celo católico y de la caridad perfecta.
Apóstol, para Pallotti, es quien, de cualquier modo posible, se empeña siempre por la extensión del Reino de dios. También hoy María apoya con su intercesión cualquier actividad apostólica, y es más efectiva que todos los apóstoles. Ella se interesa fervientemente por nuestra salvación, y “se apresurará a socorrernos como una madre amorosa” (S. Bernardo de Clairvaux). Dejar todo en las manos de María y ponerlo todo en su corazón, es la continua exhortación de Pallotti.
(silencio – reflexión)
Vicente Pallotti se dirigía a María con este espíritu filial:
¡Amabilísima Virgen María, Reina de los Apóstoles! Vuelve tus ojos misericordiosos hacia mí. Eres mi Madre, y sabes lo que tu hijo necesita. Ayúdame a agradecer el don de la fe, y a enseñarme con todas mis fuerzas por su extensión en el mundo. A esto me obliga el mandamiento del amor a Dios y al prójimo.
También es mi misión empeñarme, con todos los medios posibles, en reavivar la fe y en reencender la caridad entre todos los cristianos y propagarlas por todo el mundo. Ayúdame, por tu poderosa intercesión, a que yo dé mi aportación a la infinita gloria de Dios, y a la salvación eterna de mi alma y a la de mi prójimo. Amén.
En el Evangelio de san Lucas leemos: “Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen”. (Lc 8, 21).
(ORACIÓN PERSONAL)
PRECES:
Padre del cielo, tu Espíritu nos enseña a orar: Haz que cantemos tu alabanza de todo corazón.
(Roguemos al Señor)
Haz que, en nuestras preocupaciones y problemas cotidianos, confiemos que tú estás cerca de nosotros y nos guías.
(Roguemos al Señor)
ORACIÓN A SAN VICENTE PALLOTTI
L.- San Vicente Pallotti, tu vida ha estado marcada por Dios, el Amor infinito. Te has puesto enteramente a su servicio.
T.- Has estado a disposición de quienes buscaban consejo y consuelo:
de los sanos y de los enfermos,
de los jóvenes y de los adultos,
de los pobres y de los ricos…;
en fin, de todos los hombres de cada grado, estado y condición. Todos te eran importantes. A todos querías entusiasmarlos por el Reino de Dios; a cada uno le querías recordar su tarea de apóstol; de todos reclamabas su disposición al apostolado.
L.- A ti, san Vicente Pallotti, te llamamos (llamo). Pedimos (pido) tu intercesión. ¡Enséñanos (me) a orar. Ayúdanos (me) a rezar y a pedir lo que realmente necesitamos (necesito), lo que de verdad nos (me) hace falta, lo que sirve para la gloria de Dios, y para nuestro (mi) bien y salvación.
T.- Tú has recibido de Dios tantas gracias y dones. Siempre se los agradecías antes de recibirlos: como si tu oración ya hubiera sido atendida.
L.- San Vicente Pallotti, Presenta nuestras (mis) súplicas ante Dios. Sé nuestro (mi) auxilio en la oración, que a Dios Padre dirigimos (dirijo) por Jesucristo, nuestro Señor.
T.- No nos (me) dejes sin tu ayuda. Danos (me) tu bendición. Sé nuestro (mi) guía hacia Jesús. Condúcenos (me) al Padre. Amén.
(Se puede añadir o disponer de otro modo).
CONCLUSIÓN
L.- Nos (me) bendiga y nos (me) guarde a nosotros (mi). Y a todos nuestros (mis) seres queridos. (en especial a…), el Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
T.- Amén.
L.- Santa María, Reina de los Apóstoles.
T.- Ruega por nosotros.
L.- San Vicente Pallotti,
T.- Ruega por nosotros.