
DÍA 6
Peregrino soy en esta tierra: “Dichoso el que camina en la voluntad del Señor, guardando sus preceptos”. (Sal 118, 1-2; LH).
“En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.”
ORACIÓN INICIAL
“Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestra (mi) oración y acción; para que todo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén”.
TEMA DEL DÍA
“Cada cristiano es un apóstol”
Vicente Pallotti descubre de nuevo la misión originaria cristiana: Cada bautizado, y aún más cada confirmado, tiene una misión irrenunciable en pro del Reino de Dios. Los responsables de la fe no son sólo el Papa, los obispos, los sacerdotes o la jerarquía eclesiástica, sino todos los cristianos: los laicos, los sacerdotes y demás.
El Concilio Vaticano II hace de nuevo conscientes a todos de esta misión: “El apostolado de los seglares nunca puede faltar en la Iglesia. – Insertos por el bautismo en el Cuerpo místico de Cristo, robustecidos por la confirmación en la fortaleza del Espíritu Santo, es el mismo Señor el que los destina al apostolado.
A todos los cristianos se impone la gloriosa tarea de trabajar para que el mensaje divino de la salvación sea conocido y aceptado en todas partes por todos los hombres”. Todos deben sentirse interpelados por la llamada de Cristo y deben aceptarla decididamente. Pues, de nuevo nos envía el Señor a todas las ciudades y poblados a donde Él mismo quiere ir (cf Lc 10, 1).
Debemos ser sus colaboradores y empeñarnos en su obra con todas nuestras fuerzas.
(silencio –reflexión)
Vicente Pallotti se hace eco de la voluntad salvadora del Padre por la exigencia rogadora de Jesús: ¡Oh, Dios, Padre eterno!. Por la salvación del género humano has enviado a tu Hijo al mundo, para redimirnos muriendo en una cruz. Él mismo es quien nos dice, que te roguemos a ti, al Señor de la mies, para que envíes, en todo tiempo, obreros celosos a tu mies, auténticos mensajeros del Evangelio.
Enciende en nuestros corazones la llama ardiente de tu amor. Tu caridad impulse a cada uno a procurar, con perseverancia y de cualquier modo posible, la conversión y la salvación eterna de todos los hombres. Haz que empleemos todos los medios para extender tu reino, a fin de que pronto haya un solo rebaño y un solo pastor.
Te lo confiamos a ti, Señor, a tu caridad y misericordia infinitas. Amén.
El evangelista san Lucas describe el envío de los discípulos como sigue: “Convocando a los Doce…Los envió a proclamar el Reino de Dios y a curar…Saliendo, pues, recorrían los pueblos, anunciando la Buena Nueva y curando por todas partes”. (Lc 9, 1.2.6).
(ORACIÓN PERSONAL)
PRECES:
Padre del cielo, tu Espíritu nos enseña a orar: Haz que cantemos tu alabanza de todo corazón.
(Roguemos al Señor)
Haz que, en nuestras preocupaciones y problemas cotidianos, confiemos que tú estás cerca de nosotros y nos guías.
(Roguemos al Señor)
ORACIÓN A SAN VICENTE PALLOTTI
L.- San Vicente Pallotti, tu vida ha estado marcada por Dios, el Amor infinito. Te has puesto enteramente a su servicio.
T.- Has estado a disposición de quienes buscaban consejo y consuelo:
de los sanos y de los enfermos,
de los jóvenes y de los adultos,
de los pobres y de los ricos…;
en fin, de todos los hombres de cada grado, estado y condición. Todos te eran importantes. A todos querías entusiasmarlos por el Reino de Dios; a cada uno le querías recordar su tarea de apóstol; de todos reclamabas su disposición al apostolado.
L.- A ti, san Vicente Pallotti, te llamamos (llamo). Pedimos (pido) tu intercesión. ¡Enséñanos (me) a orar. Ayúdanos (me) a rezar y a pedir lo que realmente necesitamos (necesito), lo que de verdad nos (me) hace falta, lo que sirve para la gloria de Dios, y para nuestro (mi) bien y salvación.
T.- Tú has recibido de Dios tantas gracias y dones. Siempre se los agradecías antes de recibirlos: como si tu oración ya hubiera sido atendida.
L.- San Vicente Pallotti, Presenta nuestras (mis) súplicas ante Dios. Sé nuestro (mi) auxilio en la oración, que a Dios Padre dirigimos (dirijo) por Jesucristo, nuestro Señor.
T.- No nos (me) dejes sin tu ayuda. Danos (me) tu bendición. Sé nuestro (mi) guía hacia Jesús. Condúcenos (me) al Padre. Amén.
(Se puede añadir o disponer de otro modo).
CONCLUSIÓN
L.- Nos (me) bendiga y nos (me) guarde a nosotros (mi). Y a todos nuestros (mis) seres queridos. (en especial a…), el Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
T.- Amén.
L.- Santa María, Reina de los Apóstoles.
T.- Ruega por nosotros.
L.- San Vicente Pallotti,
T.- Ruega por nosotros.