Como sucede con el inicio de cualquier fundación, el fundador se da cuenta de una necesidad de la Iglesia local que tiene proyección a la Iglesia universal y Vicente Pallotti no fue ajeno a esto, el legado que de él recibimos es La Unión del Apostolado Católico, que no es más que el don del Espíritu Santo que se da a través de San Vicente Pallotti a todos sus discípulos y compañeros.
El carisma de los fundadores se revela como una experiencia transmitida a los propios discípulos para ser por ellos vivida, guardada, profundizada y constantemente progresiva en sintonía con el Cuerpo de Cristo en perenne (incesante) crecimiento (Mutuae relationes, 11).
El carisma Palotino o carisma de la Unión del Apostolado Católico es la promoción del apostolado católico o universal en la Iglesia. El mismo nombre lo dice, Unión del Apostolado Católico: unirnos para el apostolado católico instituido por Jesucristo en la Iglesia.
Algunos de los aspectos que incluye el carisma del apostolado católico son:
1. Imagen apostólica de Dios, Uno y Trino. Reflejando la imagen completa de Dios, así: Dios como padre misericordioso que envío a su Hijo Unigénito al mundo para salvarnos. Jesucristo, enviado del Padre para cumplir con la obra salvífica del Padre. El Espíritu Santo que mueve al Padre para enviar a su Hijo al mundo en ese amor por la humanidad y que a la vez mueve a la Iglesia a continuar la obra de Cristo.
2. Imagen apostólica de María. María es para Pallotti, el modelo apostólico más perfecto, después de Jesucristo; además de ser una valiosa intercesora junto a Dios.
3. Sentido de la Historia. Con la muerte de Cristo en la cruz, la historia humana pasa a ser una historia de salvación. Dios es el protagonista de esta historia de salvación queriendo asociar a sí a sus creaturas por medio de la redención que viene de Cristo Jesús, para que la historia humana sea efectivamente historia de salvación.
4. Concepto de idea de Apostolado. Toda la vida de Cristo fue apostolado, desde su encarnación hasta su muerte en la cruz, por tanto, al ejemplo de Él, la vida de todo cristiano debe ser apostólica, orientada siempre a la salvación de las almas.
La denominación Apostolado Católico… debe inspirar en cada cual– de todo estado, posición o condición- un ardiente deseo de hacer cuanto esté a su alcance, a fin de promover todo lo que pueda contribuir para hacer acontecer la mayor gloria de Dios en la salvación de las almas. Esto es verdadero Apostolado Católico. (BAYER, Bruno (Ed.); ZWEIFEL, Josef (Ed.). Vicente Pallotti: Escritos Seleccionados. Traducción de Ángel F. de Aránguiz. SAC.: Monte Casino, 1988. p. 251).
5. Imagen apostólica de la Iglesia. La Iglesia son todos los que fueron salvados por Cristo, por tanto son los llamados a cooperar en la salvación de las almas. Cada fiel, desde su estado y condición puede contribuir con el ejercicio de las obras de misericordia para la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.
6. ¿Cómo trabajar en la Iglesia o cómo trabajar apostólicamente?. Pallotti veía el trabajo apostólico siempre movido por la caridad de Cristo y en la unidad, tal como hicieron los primeros cristianos: “un solo corazón y una sola alma”.
La principal característica de los continuadores de la obra de San Vicente Pallotti deberá ser su apertura a los hermanos y hermanas, sin competir ni excluir. Siempre deben acoger y reconocer las diferencias, promoviendo lo que los une, trabajando siempre juntos, ayudando a los trabajos iniciados por otros.
7. Una especial imagen de comunidad palotina. Pallotti quería que todas las comunidades bajo esta espiritualidad sean siempre un reflejo de la familia de Nazareth, buscando acoger al otro, amarlo, ayudarlo, perdonarlo y darse siendo testimonio a favor de Jesucristo.
8. Un espíritu o ideal de vida. El ideal de vida es y será siempre Jesucristo, apóstol del Eterno Padre, quien nos guía en como relacionarnos con Dios, con María Santísima, con los hermanos, con las cosas.
El carisma palotino es un carisma actual, pues tiene inmersa en su espiritualidad el trabajar para la Iglesia en el apostolado de Jesucristo. Él, quien quiere continuar en nosotros y a través de nosotros su obra salvífica. No podemos por tanto considerarnos dueños del Apostolado Católico, sino más bien estar siempre a su servicio, pidiendo siempre la intercesión de la Santísima Virgen María y de Espíritu Santo para que nos capacite a ser apóstoles al mejor ejemplo de San Vicente Pallotti.